"Desde chico me di cuenta de que confundía los colores y en la adolescencia supe que padecía daltonismo. Es difícil de explicar pero puedo decir que confundo los colores cuando son muy claros:
verdes, beiges, rosas, grises, marrones, y cuando son
muy oscuros también: azules, violetas, grises,
rojos, etc. También confundo ciertos naranjas con
verdes y ocres.
En general, tiendo a "valorizar" los colores, o sea, percibo
mejor su valor en la escala de grises que el color en sí.
Generalmente no "presto atención"
a los colores y tengo que hacer un esfuerzo conciente
para verlos. Esto me lleva a deducir que prácticamente veo en blanco y negro, o algo así. Podría estar mirando un objeto detenidamente y al dejar de verlo recordar su forma como para dibujarlo perfectamente y en ese momento darme cuenta que no me fijé en su color.
Cuando tuve que decidir si iba a dedicarme a las artes plásticas tuve en cuenta este problema. El dibujo en sí se me daba muy bien y conseguía
fácilmente los volúmenes al sombrear con lápiz. Al pintar
fundía bien los valores para lograr pasajes entre
la luz y la sombra. Me encantaba jugar con texturas y tenía mucha paciencia para lograr el realismo en mis trabajos. Entonces decidí que el daltonismo no me iba a detener.
A los dieciocho años empecé a trabajar en una agencia
publicitaria y ahí me encontré con los problemas
serios, porque la ilustración
publicitaria exige un manejo de colores muy preciso. Siempre tenía que ir consultando con alguien (mi madre, mi novia...) a fin
de no cometer graves errores en las ilustraciones, y aún así
los cometía.
Este fue uno de los muchos motivos que me empujaron hacia el Arte Fantástico en donde encontraba más libertad para manejar los colores.
Mis témperas y óleos deben tener las etiquetas con los nombres de
los colores bien visibles y los uso de acuerdo al efecto
que imagino que van a hacer. Es decir, llego al uso del
color por un análisis teórico. Como aprendizaje
analizo la paleta de colores que usan otros artistas,
pero todos estos procesos los tengo que hacer a través de mi razón
y sumarle mucho de intuición pero no tengo constancia de estar haciendo lo correcto.
Me he encontrado con muchos colegas que también
son daltónicos y cada uno inventa su propio
modo de tratar los colores de acuerdo a su caso particular. Después de todos estos años, ahora
tomo mi daltonismo como una particularidad de mi arte y no como un problema." |